Cada martes sabrán más. Los martes me transformaron. Y así esperarán al martes. Como yo lo esperaba. Una historia de amor, de hambre, de padres e hijos, de vida y de muerte, de resurrecciones. La historia del final de Ana.
Advertencia de contenido
El contenido del blog no pretende incitarte a ninguna conducta. Lo que hagas con la información que encuentres en este sitio, será de tu exclusiva responsabilidad. Si sos menor de edad, te recomiendo conversar con un adulto antes de continuar.
lunes, 30 de abril de 2012
domingo, 29 de abril de 2012
sábado, 28 de abril de 2012
viernes, 27 de abril de 2012
jueves, 26 de abril de 2012
miércoles, 25 de abril de 2012
martes, 24 de abril de 2012
Trece
Se burlaban
constantemente de mí. Hoy entiendo que me cargaban porque era una ridícula que
se pasaba las vacaciones encerrada y abrigada leyendo sobre dietas y comiendo
ensaladas. Entiendo que yo creé el personaje del que se reían y al que
continuamente juzgaban. Pero en aquel Febrero, demasiado lejos estaba de
entenderlo de este modo. Mamá lo solucionaba con la misma estúpida frase: “Es
la edad”. Pero a mí no me conformaba. Que se burlaran de mi persona no era
aceptable por la edad, como tampoco lo era que yo me odiara con tanto ímpetu.
lunes, 23 de abril de 2012
domingo, 22 de abril de 2012
sábado, 21 de abril de 2012
viernes, 20 de abril de 2012
jueves, 19 de abril de 2012
miércoles, 18 de abril de 2012
martes, 17 de abril de 2012
Doce
Lo único que
yo hacía era leer. Leer sobre dietas y leer libros. Leer me daba paz. Me hacía
olvidar por un momento de mi vida desgraciada para compenetrarme en las de
otras personas. Leí demasiados libros ese verano. Sólo leyendo pude soportar el
daño que me infligieron el hijo de Marina y las hijas de Roxana.
lunes, 16 de abril de 2012
domingo, 15 de abril de 2012
sábado, 14 de abril de 2012
viernes, 13 de abril de 2012
jueves, 12 de abril de 2012
miércoles, 11 de abril de 2012
martes, 10 de abril de 2012
Once
Cuestión que
hicimos el maldito viaje. Mamá parecía no querer ver lo que me pasaba. Todo era
aceptable porque tenía casi catorce años. “Es la edad” era su lema favorito. No
se hacía cargo de que era una gorda y un mal ejemplo para su hija adolescente.
No se responsabilizaba de que papá la hubiera dejado por ese mismo motivo. No
le importaba que yo no tuviera amigas y que me la pasara haciendo absurdas
dietas. No le preocupó en absoluto que su nena en treinta días hubiera ido una
sola vez y vestida a la playa.
lunes, 9 de abril de 2012
domingo, 8 de abril de 2012
sábado, 7 de abril de 2012
viernes, 6 de abril de 2012
jueves, 5 de abril de 2012
miércoles, 4 de abril de 2012
martes, 3 de abril de 2012
Diez
Las dietas de
la luna, del pepino y de la manzana no me habían dado resultados inmediatos que
me autorizaran a vacacionar en Pinamar con los hijos de las amigas de mi madre.
Pero no hubo modo de convencerla para no ir al viaje. Amigas que me hospedaran
no tenía, y quedarme con papá y su novia modelo no me seducía en absoluto. Sola
no quiso dejarme. Quizás tuvo miedo de no encontrarme al volver. Supongo que
hizo bien en obligarme a ir con ella. Aunque las cosas no iban a salir como
ella las esperaba, aunque la solución no fuera esconder la basura bajo la
alfombra, y aunque lo único que lograra fuera retrasar unos meses mi fatal
desenlace.
lunes, 2 de abril de 2012
Los 7 largos y duros pasos para salir de una enfermedad
1) Descubrir que uno está enfermo
2) Querer curarse
3) Encontrar un tratamiento efectivo
4) Hacer el tratamiento
5) Curarse
6) No reincidir
7) Ser feliz curado
2) Querer curarse
3) Encontrar un tratamiento efectivo
4) Hacer el tratamiento
5) Curarse
6) No reincidir
7) Ser feliz curado
domingo, 1 de abril de 2012
Suscribirse a:
Entradas (Atom)