Ana era una
alumna extraordinaria. Era exitosa y se mostraba segura de sí misma. Dejé de
ser la mejor de la clase, porque Ana no permitía un nueve como opción.
Cada martes sabrán más. Los martes me transformaron. Y así esperarán al martes. Como yo lo esperaba. Una historia de amor, de hambre, de padres e hijos, de vida y de muerte, de resurrecciones. La historia del final de Ana.
Advertencia de contenido
El contenido del blog no pretende incitarte a ninguna conducta. Lo que hagas con la información que encuentres en este sitio, será de tu exclusiva responsabilidad. Si sos menor de edad, te recomiendo conversar con un adulto antes de continuar.