Cada martes sabrán más. Los martes me transformaron. Y así esperarán al martes. Como yo lo esperaba. Una historia de amor, de hambre, de padres e hijos, de vida y de muerte, de resurrecciones. La historia del final de Ana.
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martes, 14 de febrero de 2012
Cuatro
Pero ¿por qué me habían dejado en esa escuela llena de corpiños y bombachas comprobando que Dios no me ayudaba?, era la pregunta que más pesaba. Y pesaba tanto como yo. Yo era otra vaca, camino a hipopótamo, y mamá quiso evitarme que tuviera que pasar por su misma situación. No habría hombres para burlarse de mi gordura ni hombres de los cuales me enamorara para que luego me dejaran. Sólo corpiños y bombachas. Lo que mamá ignoraba, pobre idiota, es que las mujeres son cien veces más crueles que los hombres. También ignoraba que me enamoraría de Ana.
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2 comentarios:
Hola linda.. yo pienso lo mismo que tú.. las mujeres son más crueles que los hombres!!!... yo no tengo amigas parece que nadie me acepta.. muchas veces me siento una extraterrestre.. sólo las tengo a ustedes... y si... puedo decir que mi único amigo es un hombre.. y es una lástima que sean muchas tan viboras!!!!! fuerzas linda!!! estamos contigo no estas sola!!!! besotes"""
maricarol: gracias!!!
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